lunes, 21 de noviembre de 2011

Soneto VII

                                                Prisionero de un sol forjado en hielo
busco la libertad que me estremece,
la luz que de tu rostro resplandece
cuando creas llena de amor el cielo.

Fanal de clara luz su vista anhelo
y sólo la oscuridad se me ofrece
desde un campo yermo que no parece
ni existir si no pisas tú su suelo.

Extenderé otra vez el lienzo suave,
luz de estrella que ilumine tu cara,
que como una brisa esparza tu aroma,

que me traiga para que nunca acabe
el brillo que mi ceguera repara,
el aura que a mis sentidos se asoma.
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1 comentario:

  1. Buenas noches:

    Destaco dos cosas que me han gustado mucho de tu soneto. Sol forjado en hielo y lo del campo yermo que no parece ni existir si no pisas tú su suelo.
    Saludos cordiales.

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