miércoles, 30 de noviembre de 2011

Soneto V

Sé quién soy al final de cada día,
que no tengo nada y todo lo tengo,
que sólo con tu vida me sostengo
y que sólo tu vida es mi alegría.

Sé quién eres y cuál es tu acedía,
también dónde estoy y de dónde vengo,
qué puedo, qué no puedo y qué pretendo,
qué hago, qué no haré y qué haría...

Pero no es fácil ver en los espejos
toda mi desnudez por compañera,
todos mis años rotos y empolvados,

amarillos sicarios que de lejos
clavan sus segundos envenenados
en mi flaca esperanza volandera.
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1 comentario:

  1. Hola Luis,hermoso soneto, versos sentidos y vividos como la misma vida al leerlos se hacen reales.

    Un abrazo fraternal de MA.

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