jueves, 28 de febrero de 2013

Páginas de Literatura Universal. Virgilio. Eneida. El Orco.


Ibant obscuri sola sub nocte per umbram
perque domos Ditis uacuas et inania regna:
quale per incertam lunam sub luce maligna               270
est iter in siluis, ubi caelum condidit umbra
Iuppiter, et rebus nox abstulit atra colorem.
uestibulum ante ipsum primisque in faucibus Orci
Luctus et ultrices posuere cubilia Curae,
pallentesque habitant Morbi tristisque Senectus,               275
et Metus et malesuada Fames ac turpis Egestas,
terribiles uisu formae, Letumque Labosque;
tum consanguineus Leti Sopor et mala mentis
Gaudia, mortiferumque aduerso in limine Bellum,
ferreique Eumenidum thalami et Discordia demens               280
uipereum crinem uittis innexa cruentis.
Publius Vergilius Maro. Aeneidos. Liber VI

Iban oscuros por las sombras bajo la noche solitaria y por las moradas desiertas y los reinos inanes de Dite, cual camino en los bosques bajo una luz maligna con incierta luna, cuando Júpiter cubrió de sombra el cielo y la negra noche robó el color a las cosas. En el mismo vestíbulo y en las gargantas primeras del Orco tienen sus cubículos el Dolor y las ultrices Preocupaciones y habitan las Enfermedades pálidas y la triste Vejez, y el Miedo y el Hambre, mala consejera, y la fea Pobreza, figuras terribles a la vista, y la Muerte y la Fatiga; también el Sueño, hermano de la muerte, y los malos Goces del alma. Al otro lado, la mortífera Guerra y las camas de hierro de las Euménides, y la loca Discordia, ceñido de ínfulas sangrientas su cabello de víboras.

Espasa-Calpe Argentina. 1967. Sin indicación de traductor.


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miércoles, 27 de febrero de 2013

Algo más que regresión. Las 7 Partidas de Alfonso X.

Un compañero y amigo, profesor de Literatura, ha tenido la mala fortuna de romperse en una caída la cabeza del fémur. Ha sido operado y su movilidad es tan reducida como se puede imaginar de tamaña lesión. Su baja laboral será larga y con la actual normativa, ¡penalizada económicamente! "Es injusto",           -comentaba en visita al lisiado, otro profesor de su instituto-, "estamos regresando". "Sí, pero no sabéis hasta donde"-, les he dicho yo-. Y les he recordado que ya en el siglo XIII dejó estipulado Alfonso X, el Sabio, en las 7 Partidas, Título XXXI, Ley IV: "En que manera deben los maestros mostrar los saberes a los escolares":

"Et si por aventura alguno de los maestros enfermase despues que hobiese comenzado el estudio de manera que la enfermedat fuese tan grande o tan luenga que non pudiese leer en ninguna manera, mandamos quel den el salario tambien como si leyese todo el año. Et si acaesciese que muriese de enfermedat, sus herederos deben haber el salario tambien como si hobiese leido todo el año."

¡Con suerte ni está derogada!

¡Salud, poeta! 

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miércoles, 20 de febrero de 2013

Páginas de Literatura Universal: Jean Paul Sartre. Los Caminos de la Libertad 3. Con la Muerte en el Alma. (1949)

Mathieu lo rechazó con un movimiento del hombro y Dandieu cayó hacia atrás. Mathieu siguió tirando. Tiraba todavía cuando se le vino el techo encima. Recibió una viga en la cabeza, soltó el fusil y cayó. "Quince minutos -pensaba rabioso-, daría cualquier cosa por resistir quince minutos". La culata de un fusil salía del caótico montón de madera y de pizarras rotas. Tiró de ella y sacó el fusil viscoso de sangre, pero cargado.
- ¡Pinette!- gritó Mahieu.
Nadie respondió. El hundimiento del techo obstruía toda la parte norte de la plataforma; los cascotes y las vigas taponaban la trampa; una barra de hierro pendía del techo abierto. Mathieu estaba solo.
- ¡Maldita sea -dijo en voz alta-. Que no se diga que no fuimos capaces de resistir quince minutos.
Se acercó al parapeto y se puso a tirar, de pie. Era un enorme desquite. Cada disparo le vengaba de un antiguo escrúpulo. "Un tiro por Lola, por no haberme atrevido a robarle; otro por no haber dejado plantada a Marcelle; otro por no haber querido acostarme con Odette. Éste, por los libros que no me he atrevido a escribir; éste, por los viajes que me he negado; éste otro, por todos los tiparracos, en bloque, a los que en vez de odiar como me apetecía me esforcé por comprender". Disparaba, y las leyes volaban hechas añicos por el aire, amarás a tu prójimo como a ti mismo, ¡zas! en esa jeta de cretino, no matarás, ¡toma cabrón! Disparaba sobre el Hombre, sobre la Virtud, sobre el Mundo. La Libertad es el Terror. El fuego ardía en la alcaldía, ardía en su cabeza, las balas silbaban, libre como el aire, el mundo va a saltar y yo con él, disparó, miró su reloj, catorce minutos y treinta segundos; no tenía ya nada que pedir, salvo un plazo de medio minuto, lo justo para pegarle un tiro a ese elegante y orgulloso oficial que corría hacia la iglesia; disparó contra él, contra toda la Belleza de la Tierra, contra la calle, contra las flores, contra los jardines, contra todo lo que había amado. La Belleza se tiró al suelo en un salto obsceno y Mathieu disparó de nuevo. Disparó. Se sentía puro, era todopoderoso, era libre.
Quince minutos.

Traductor: Miguel Salabert. Alianza Editorial. 1983

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martes, 19 de febrero de 2013

Poemas de Otoño XII


24 HORAS AL DÍA

Despierto cada día
con tu nombre rondándome la cama
e inútilmente busco
el albor de tu imagen
en el vacío absurdo de mi almohada.

Acechas mis espacios,
impregnas de tu aroma mis tejidos,
paseas tu candor
de sutileza lleno
por todos los rincones de mi casa.

Quebrado el mediodía,
me atardeces de inútil esperanza,
de apagados destellos
que ayer iluminaron
la oscuridad dudosa del ocaso.

Me anocheces al fin
y me hundo angustiado ya en los brazos
de un imposible sueño,
segura pesadilla
de vueltas y más vueltas al recuerdo.

Me duele la memoria
y hasta el alma de tanto recordarte
y en el silencio solo
escucho el eco antiguo
de tu lengua dormido en mis entrañas


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miércoles, 13 de febrero de 2013

Poemas de otoño y XIII.


Fue Wittgenstein quien dijo:
"de lo que no se puede hablar, mejor es callar"
Suceda mi silencio
al silencio del mundo,
a tu silencio.
Pues todo está ya dicho.



 Va ser Wittgenstein qui va dir:
"del que no es pot parlar, millor és callar"
Succeïsca el meu silenci
al silenci del món,
al teu silenci.
Perquè tot està ja dit.




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sábado, 9 de febrero de 2013

Tres décimas. (Promet(e)o otra para 2033)

I
Thomas Mann: Doktor Faustus.
(1973)

¡Sombrío reloj de arena
que señalas de la vida
su embaucadora medida
y lo vano de la pena!
Con tu alta cavidad llena
apenas se advierte el paso
de tu tiempo al otro vaso
y cuando casi vacío
marcas el final del mío,
de cambiar nada es ya caso.

II
Mati en París.
(1993)

Entre la Torre y el Sena,
anoto hoy en mi diario:
triste mirlo solitario
canta llorosa su pena.
Y su negra cantilena
es envés de mi balada,
pues mi alma enamorada
tras el cristal de un café,
en estos versos da fe
de tu asombrosa mirada.

III
Platón y Daphne.
(2013)

Altísimo privilegio
contemplar la epifanía
de lo que solo se intuía
en extraño sortilegio.
Oír el sublime arpegio,
-Verdad, Bondad y Belleza-,
y aferrarse a la certeza
de que ya lo tienes todo
tras amarte de tal modo
que lo demás es tristeza.




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