Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío...
Luis Cernuda.
Laisse moi devenir
l'ombre de ton ombre,
l'ombre de ta main,
l'ombre de ton chien
mais
ne me quitte pas...
Jacques Brel.
Sé bien que he malgastado
todo lo que pagué a doctos psiquiatras
y a psicólogos gauchos
pero soy transgresor
y contravendré todos los consejos
en torno a la autoestima:
haré quemar mis libros de autoayuda,
con asertividad
apostataré en firme
de mi asertividad maleducada,
renunciaré converso
a Paulo Coelho y a sus obras
y a sus pompas nefandas.
Me acogeré solo a la libertad
cautiva de Cernuda
y, en Jacques Brel convertido,
daré pan a la sombra de tu perro
con tal de que me dejes
ser la penumbra de esa sombra ajena,
te diré que te quiero
aunque no me convenga
y mi salud mental se deteriore,
seré un total desastre
que nunca se preocupe de sí mismo
pero ame más tu vida
que la suya propia,
seré en fin todo lo que no hay que ser
-según Punset y su hija-
si quieres ser amado.
Pero dejaré todo
si tú me dices "ven"
De vez en cuando, un poco de humor. ¿No?
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