Para Martí de Veses
por no admitir que el mundo
con el que tú has soñado
es justamente un sueño
del que despiertas cada nuevo día,
que cada nuevo día reconstruyes
eligiendo escenarios, personajes,
atrezos tan limítrofes y absurdos
como tu propio empeño,
tan endebles que apenas sobreviven
al paso de las horas,
que te golpean cuando en un resquicio
de lucidez contemplas con asombro
el seguro deambular de los otros
instalados en vidas
tan ajenas por suyas
como por previsibles
a los ojos de quien busca en la niebla
la certeza indudable.
Pero la niebla es la única certeza
aunque la llames duda
y tú la única duda
en la que puedes hallar la certeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario