También están los bares
y las muecas nocturnas de cerveza,
y un amor escondido
que no irá más allá
de la carrera de un taxi apestoso.
Y el escalón meado
donde se sientan tristes las borrachas
y en el que los mendigos
se atragantan de sorbos
robados a la noche entre delirios.
Y el muchacho del perro
que inventa historias nuevas cada día,
de liebres encamadas
y viajes imposibles
a las negras ciudades del insomnio.
Pero también nosotros,
de la misma madera que el rumano
y la vieja beoda
y la bípeda garza
de interminables piernas y nalgas breves.
Y tú también, a veces,
ajena a la bohemia trasnochada
y a los vapores acres
del licor de garrafa,
tú, diferente a todo entre la bruma.
Buenas noches:
ResponderEliminarAprecio cimas que sobresalen entre el bosque de versos aquí plasmados. Tales como el segundo: "y las muecas nocturnas de cerveza," el que media "robados a la noche entre delirios." y el que acerca el ocaso "tú, diferente a todo entre la bruma. " como esas pinceladas de magia que se buscan un sábado noche. Cumbres erigidas con la tierra de la que todos, grandes y pequeños estamos formados.
Saludos cordiales
Muchas gracias, Mercurio.
ResponderEliminarSaludos.