No es que esté despierto,
es que velo tus sueños
desde la lejanía
para que cuando alboree en tu mundo
cada cosa esté en su sitio exacto:
allí estará el cielo cuando amanezcas
y allí toda la luz
que despertó contigo,
y delante la vida
pidiéndote que ames,
y el camino que harás
lleno de incertidumbres y de dudas.
Y también las palabras
con las que intentarás ordenar el caos
para que correspondan
los nombres y las cosas.
Y, entonces sí, yo te estaré soñando
como tú ahora me sueñas
para que mi vigilia y aun mi vida
sigan siendo posibles
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