MIRADA
No sé cómo vestía
pero recuerdo su mirada noble
robándole a la tarde
el diáfano azul
que absorbían sus ojos transparentes.
Navegué en ellos mares
de otro tiempo, vi calles ya pasadas,
leí libros no escritos
y olvidadas palabras
que me hablaban de amor y de belleza.
Fueron unos instantes
pero fue todo un mundo ya vivido
el que me llenó el alma
y me obligó a viajar
por regiones vedadas para siempre.
No olvido esa mirada,
Aleph de todo cuanto de valor
existe en esta vida
ni renuncio al placer
que su claro recuerdo me produce.
En ella viviré
mientras despierte cada nuevo día,
ella será mi hogar
y en ella moriré
con la paz de quien lo ha tenido todo.
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