jueves, 21 de agosto de 2014

¡...OH EL TIEMPO!

Despierto ante papeles inconclusos
que apuntaron ayer, entre la huída
y el desafío, ideas que hoy persisten
plenas de alteridad y de extrañeza.

Pero es mi letra sin ninguna duda
y en su curso impaciente se adivina
un estéril anhelo de alcanzar
lo que un día tras otro se me niega:

aprehender en las palabras justas
el transcurso engañoso de este tiempo
que fluye, más allá de los relojes,

de tan extraña forma que, de siempre,
yo sigo siendo el mismo cada día
por más que el frío espejo me lo niegue.


imprimir página

No hay comentarios:

Publicar un comentario