Dejar de estar
para estar verdaderamente;
morir en apariencia
para vivir;
cultivar la melancolía,
la soledad;
despreciar al prójimo
como a ti mismo;
pasear por el mercado
sin comprar nada;
deber un gallo a Asclepio;
imitar a Diógenes, el perro:
no querer, no sufrir, no alegrarse;
ser atleta, pensador, ángel...
Y finalmente,
tras Husserl y Sócrates,
Platón y Nietzche,
Fichte y Hegel...
volver a la Poesía,
volver a Valery y a Pessoa
¿y a Zambrano?,
volver a la Belleza que nada explica,
que no enseña pero intuye.
Decir a sílabas contadas
"no soy apenas cuerpo",
"no eres apenas cuerpo".
Escucho a Ive Mendes y te amo.
lunes, 18 de noviembre de 2013
martes, 5 de noviembre de 2013
DIOS
Hablábamos de Dios
y se nos escapaba en las palabras
todo el dolor y toda la incerteza
de nuestra propia vida,
arrojada al vacio
sin más bagaje
que la conciencia de estar solos.
Tus labios
y la complicidad de nuestra piel
hallaron la respuesta que buscábamos.
y se nos escapaba en las palabras
todo el dolor y toda la incerteza
de nuestra propia vida,
arrojada al vacio
sin más bagaje
que la conciencia de estar solos.
Tus labios
y la complicidad de nuestra piel
hallaron la respuesta que buscábamos.
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