miércoles, 18 de enero de 2012

Soneto XI

Océano de piel en marejada,
tal vez líquido signo de clamores,
se dibuja tu cuerpo entre rumores
que rompieron sus ecos en mi almohada.

Delfines ya avistados en mi rada
saltan, crestas de plata sus fulgores,
como un alud de besos buceadores
de labios en mi boca desbordada.

Fragor temprano indómito de sales,

azul marino el cielo de mis ojos,
en bravo mar de ondas innumerables


frágil velamen víctima de enojos
lanza fiero mil asaltos navales,
de amor, sí, mas guerreros incansables.


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